Hace aproximadamente 6 años, por las circunstancias del momento e inseguridades que llevaba cargando desde muy pequeña, atravesé por un TCA: anorexia nerviosa. Por suerte no pasó mucho tiempo, desde que empecé a adelgazar por debajo de mi normopeso, para que mis seres queridos me derivasen con una nutricionista. Al principio no me podía creer que estuviese pasando por una anorexia nerviosa, lo veía muy ajeno a mi y me daba impotencia encontrarme en aquella situación. Bea no solo me ayudó a recuperar peso, sino que me hizo aceptar y abrazar los miedos que se iban produciendo a lo largo del proceso: el aumento y la bajada de peso, mis cambios de humor, la amenorrea y sus consecuencias a largo plazo, probar poco a poco los alimentos que yo consideraba «prohibidos» hasta el punto de neutralizar mi relación con todos, y la lista se me queda corta… De esta forma Bea logró que mi disposición aumentara y que los temores perdieran voz en mi cabeza. Dicen que cuando llegas a ese punto ya tienes la mitad del camino recorrido.
Actualmente me encuentro estudiando dietética (las vueltas de la vida) y siempre me acuerdo de Bea y del maravilloso trabajo que hizo conmigo. La recomiendo ciegamente porque es una excelente profesional. Gracias por tanto!